Yo cuando era gurisa quería ser azafata. No sé porque… hay quienes quieren ser arquitectos, ingenieros, médicos, ¡hasta maestros! Yo quería ser azafata.
Para mi, azafata siempre fue sinónimo de elegancia, de refinamiento. Nunca me puse a pensar que en realidad todo bien, pero no dejan de ser mozas como las del bar de enfrente pero a más metros del piso. A mi lo que me llamaba la atención era todo lo otro, el trajecito, la valijita con rueditas, el pañuelito al cuello, el estar hoy en Montevideo y mañana en Katmandú….
Al final no soy azafata, nunca lo fui y nunca lo voy a ser, principalmente porque siempre creí que ya estaba vieja, y para qué me voy a poner a pensar en todas las demás cosas que influirían a la hora de serlo, si no voy a serlo porque estoy vieja…
¿Donde se ha visto una azafata de 31 años? ¡De 31 no sé, pero de 60 en American!!

Vuelo de Américan Airlines, desde Montevideo a Las Vegas:
Montevideo-Buenos Aires: Avión 767-300, normalito nomás, bien para un puente aéreo, las azafatas ok, nada del otro mundo, pasables…
Buenos Aires – Chicago: Avión 767-300, del año del jopo el avión… y las azafatas! Hasta me parecía sentir el olor a formol cuando pasaban por el pasillo! En una no pasaba ninguna, y se sentía como un alboroto en el fondo, para mí que le estaban haciendo la fiesta de despedida a alguna que ya se jubilaba… Fue como si hubieran agarrado mi ilusión y la hubieran usado para limpiar el parabrisas.
Cuando voy en Pluna para San Pablo, hasta da gusto sentarse en el pasillo, está más bueno el paisaje del lado de adentro que de afuera del avión. En este viaje tuve ganas de prenderme a la puerta de emergencia y subir la palanquita.

Llegué a la conclusión de que en American, a las azafatas las jubilan junto con los aviones!