A mi me gusta el del compermuá de las terracotas antipiréticas y las monocotiledóneas perennes…

¿A quién se le ocurre hacer una pregunta así? ¿Por qué hay gente que no puede hablar si no es en difícil? ¿Será que creen que una se piensa que saben más así? ¿Será que están tan inseguros de lo que saben que precisan continuamente probárselo a los demás, y por las dudas, hacen todo lo posible por que el otro ni siquiera entienda la pregunta?
Y ojo, que no es que no “entienda” la pregunta, al menos en este caso particular (si no la entendiera, ya me habrían despedido), por supuesto que hay mañanas en las que no tengo idea de lo que me está hablando. Es sólo que jamás se me hubiera ocurrido comenzar una conversación con alguien, preguntándole que códec le gusta más. ¿Qué hay de malo en las preguntas acerca del tiempo? ¿O no viste el informativo ayer? Yo catalogo que este tipo de preguntas, como preguntas pelotudas, y frente a preguntas pelotudas, me hago la pelotuda. Entonces contesto: no sé que es un códec. Y doy por terminada la conversación. ¿Es que realmente resultaría productivo que le diera mi opinión acerca de qué ventajas encuentro con cada códec que alguna vez he probado? ¿Es que alguna vez me he fijado que códec utilizo? ¡A mi que me importa!

Claro que lo que logro con esto es que el preguntador pegue media vuelta, y se vuelva a su escritorio contento por haber probado su sabiduría.
Voy a poner en la puerta un cartel que diga “Se prohíbe la desmedida utilización de acrónimos”.